sábado, 25 de junio de 2011

Él es un extraterrestre.

Yo nunca creí en los príncipes azules, siempre supe que la historia de Romeo y Julieta no funcionaban en este planeta. Nunca quise ser vestida de princesa, porque sabía que no existían príncipes. Jamás entendí porque en los cuentos siempre narran a una típica princesa encantada que solo viviría si un príncipe azul venía a rescatarla. Es quizá por este motivo que muchas mujeres sufren alguna desilusión amorosa. He crecido con dos hermanos y sé que a ellos jamás les dicen que deban a ir a rescatar a una princesa encantada. Por qué a nosotras nos cuenta la historia de la princesa y a ellos no?

A mis diecinueve y casi veinte años sé que no existen príncipes, pero sé de alguien que quizás este lo más cercano a uno, aunque me haya dado cuenta tarde. Y es porque en los cuentos que nos narran de niñas nunca nos dicen cómo identificarlos, motivo por el cual he cometido tantos errores.

Lo conocí cuando el andaba de enamorado con una de las hijas de un buen amigo de mi mamá, nos conocimos de viaje a Trujillo. Nos presentaron en Barranca, a las justas hablamos. Nos dimos cuenta que teníamos algo en común en Casma, cuando mientras cenábamos coincidimos en estudiar la misma carrera. Aunque no podíamos hablar más porque nadie entendía nuestro lenguaje sabíamos que teníamos una conversación pendiente. En Trujillo, caminamos por la playa y conversamos alguna situación en común, pero no pudimos hablar más porque su ex (ahora) era una linda chica a la que considero una amiga.

Días después él me agrego a Facebook, me sorprendió su solicitud. Poco tiempo paso y terminaron otro tiempo pasó y le envié un mensaje pidiendo ayuda, me tome literalmente lo que habíamos conversado en Trujillo, nos ayudaríamos legalmente, mutuamente. Así fue como empezaron nuestros mensajes, él en el estudio, yo en mi oficina. Eran buenas mañanas cuando enviaba un mensaje con tanto ánimo. Días después me alerto, me invito a salir el viernes y le dije que no podría porque estaría de viaje, recuerdo que mientras conversábamos por nextel andaba comiendo helado y se me cayó, nos reímos y le dije porque no hoy? Él dijo, waoo no lo esperaba pero es perfecto. Nos encontraríamos en el parque Kennedy.

Parque Kennedy, siete y media de la noche. El estafado con un cuento, yo en taxi demorando. Llegué nos saludamos era bueno vernos después de unos meses, podíamos hablar tranquilamente, caminar juntos. Recuerdo que fuimos a comer al tip-top de arenales. Nos contamos de los últimos sucesos mientras comíamos. Nos dimos cuenta que estuvimos saliendo con la persona equivocada. El señor que nos atendía se olvidó de los cubiertos y nosotros seguíamos hablando, él dice que le encanta mi forma de cómo me refiero a las demás personas, las cosas como son le digo. Si x salió con una chola horrible, tengo que decirlo tal y como es. Él se ríe, yo me rio es casi media noche. Salimos de comer, a caminar y sugerimos lugares a los que debemos ir. Sin querer, empezamos a planear nuestra agenda fondo de bikini (así es como la llamamos). Su carro estaba en el mecánico ese día y debíamos llegar a casa porque ya era tarde, le digo tomare un taxi, él se niega y dice que me dejara en casa, lo hace pese a que de su casa a la mía haya una larga distancia. Me gustó tanto que fuese así, aunque yo insistí que podía tomar un taxi.

Al día siguiente ambos estamos encantados de habernos conocido más y conversar de lo que no se puede contar por mensajes, ver nuestras expresiones. Me hubiese gustado poder volver a salir al día siguiente con él, pero debía de viajar. Aunque no nos hayamos podido ver, hablábamos todo el tiempo. Mis días de verano me los pase paseando (valga la leve redundancia) por lima con él. Íbamos a ver árboles, porque los adoro. El tip top fue nuestro lugar preferido, el sr. que se olvidó los cubiertos por primera vez, también lo hizo las siguientes veces, comíamos helado y nos traía tenedores, era un chiste. Me acompañaba a comprar cualquier cosa, era mi confidente. Cuando me dejaba en casa jugábamos a las carrera de Mario, para hacer más divertido el largo camino.

Con el fui al carnaval de Barranco, aunque pudimos pasarla mejor si no hubiera sido por mi estúpida forma de ser. Él es todo un caballero, yo tomaba y fumaba hierba y el me cuidaba. Él quería abrazarme y yo corría como loca, yo me iba por ahí con otros amigos, el me esperaba y me iba a buscar si me demoraba, yo me tomaba fotos con desconocidos y el me miraba. Él dijo algo lindo y yo la cague diciendo algo de su ex. Sus amigos dijeron que nos veíamos bien juntos, yo lo negaba. Tenía frio y pedí un polo, él y su amigo se empezaron a sacar sus polos y yo elegí el de su amigo. Una de mis amigas en son de broma intento poner su mano en mi trasero sin que yo me percatara y el no accedió. AAAAAAAAAAAAAA! Que imbécil que fui. Ahora que él no tiene tiempo quiero verlo.

Él es un experto imitando a patricio (de bob esponja), él es un perfecto amante de la buena música (the strokes), él es todo loco con su cabello de rulos y un buen tipo. Sé que fui una tonta por haberlo cancelado tantas veces, fui una tonta por dejar que se alejara de mí. Ahora me doy cuenta lo cobarde que fui, yo no podía empezar nada por diversos motivos, entre ellos estaban el de mi extraña conexión con otro chico, además de que era él el ex de una amiga. No sé si soy solamente yo, pero creo que los ex se deben de respetar (estúpida idea). Y por si fuera poco y la razón real por la que no podía empezar nada era porque tenía a mi mamá en casa esperándome a media noche solo para decirme otra vez con lalala? Y yo sí, y mi mamá. Mamá: pero él es el ex de lalalala.

Creo que ese fue uno de los motivos reales, además de que yo empezaba a alejarme y todo me iba mal, ya no le contestaba, nuestra agenda de fondo de bikini la olvide y bueno lo lógico y normal debía pasar, él se alejó también, sin querer creo que leía mi blog y lo demás todo aquel que me siga sabrá lo que hice en mi verano.

Él empezó la universidad, las cosas se complicarían porque él trabaja y estudia, yo trabajo y por las noches iría al gym y al inglés. Dejamos de contestarnos, de llamarnos, empezamos a hacer una vida aparte. Hoy lo extraño, pero mañana lo tendré cerca. Pese a todos los errores que cometí, él es tan lindo que aunque no tenga mucho tiempo me regalara un par de horas para tomar algo. Solo espero, no haberlo perdido del todo. Adoro su forma tan inusual de bailar, su coraje en el modo de afrontar situaciones, lo admiro porque siempre se da tiempo para los que lo necesitamos.

Él es un extraterrestre que se parece a algo que no creo.

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