Dicen que cuando uno hace las cosas pensando que está bien, no es un error. Me pregunto qué tan consciente estaba ese día. No encuentro respuesta válida, porque no estaba ebria ni drogada ni nada que se le parezca. Pero no siento que estuve consciente, sabía que estaba mal, sabía que no debía, sabía que era demasiado pronto y me deje llevar.
Si hubo un uno, ahora es el él dos. No puedo comprender como logro tanto, no entiendo cómo es que nada me importo, siendo yo una persona muy exacta en lo que quiere. Él no es lo que quiero, pero ha logrado extraños sentimientos en mí. Cómo pudo lograr algo en solo dos días?. Nos hemos visto solo tres veces y en las dos últimas de cierta forma me enganche.
Presiento que su sinceridad, su espontaneidad y su rareza fueron lo que me atrajo a él. Me gusto cuando me decía sus defectos por temor a que no me guste más. Me encantó cuando él me lleno de ego femenino. Me fascino cuando sabiendo que podía mentir no lo hizo, cuando me dijo sin temor todo lo que sentía, lo que pasaba y lo que era en esta confusión. Es una persona increíble aunque el crea todo lo contrario.
Van cuatro días ahora, se ha convertido en mi amigo. Quizás lo deteste por ratos, quizás peleemos todo el tiempo, quizás nos gritemos sin que importe nada, es de lo peor. Sin embargo, aunque no haya planificado encontrarlo ni conocerlo tanto, no lo echaré al olvido. No es que sienta culpabilidad ni nada, tampoco me da pena, pero tengo esa necesidad de estar cuando él me necesite. (en verdad no) pero no quiero que se joda más.
Él es lo que yo quisiera ser y no me arriesgo a ser.
Él es de los que se recuerdan con experiencias e historias y no con nombres
Él es un ser raro.
Él es el japones.
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