sábado, 16 de julio de 2011

Te escribiste en mi pasado.

"La relación amorosa existe en estos momentos. Si todavía no se ha concretizado, el deseo está ahí, por tu parte y por la suya. Y los dos lo sabéis. Pero los obstáculos sienten un travieso placer a la hora de acumularse e impedir un inmediato final feliz. Puede que sea porque la relación hace que te replantees todo de nuevo, incluso a ti misma. ¿No existe alguien en tu entorno del que dices que no está para nada hecho para ti? Si es el caso, no busques más lejos. En este momento es él, se trata de él! Se anuncia como una relación agotadora, pero muy apasionada. Y aprenderás mucho de ti misma. Desde que tenga lugar el primer "intercambio", te apetecerá hacer otro. Se resistirá. Y te molestará un montón. Con esta carta la sexualidad, se puede decir que, por lo menos es variable. Un día sala de espera y otro campo de batalla. En una palabra: imprevisible."

Así empezó mi semana, con esta predicción extrañamente acertada que ha logrado confundirme nuevamente. Con estos juegos de tarot, solo he descubierto que quien juegue con mi suerte va a terminar enloqueciéndome por completo y es que solo debí darle cerrar pero tenía que hacerle caso a las ventanitas del tarot que salen en las páginas de internet, en estos días donde mi futuro es más incierto que el gobierno de Humala.

Como si el simple hecho de confundirme durante el día fuera poco, mi traviesa mente empieza a jugar y por ende desequilibrar mis sueños. Anoche soñé que lo volvía a ver, iba a buscarlo, para cuando abrió la puerta no lo deje hablar y le dije de una forma muy rápida que estaba en una emergencia y que solo él podía ayudarme, pero la verdad no era otra cosa que mi deseo de verlo y saber que este bien. Cuando me calle por fin, su cara era de sorpresa total, sin embargo, sin pensarlo me beso (como aquella vez que llegue a alguna reunión en su casa). Nos vi felices (es un sueño) conversando de todo, fumando, riendo, jugando. Quizás la gran predicción atrajo este sueño tan real o es que quizás este soñando algún deseo. Bueno, mientras no sepa con certeza como es que solo estas cosas me pasan a mí, creare y creeré en una mínima y suertuda posibilidad.

Probablemente ya de mí te has olvidado...

Gracias a Dios, que soy mala en esa honda de las probabilidades, mientras sea así y no las aprenda no creeré en esa canción de mana, pensare en lo mucho que extraño hablarte por nextel y saber que todo está yendo bien, extraño tu inexacta forma de preocuparte por lo que me sucede. Si esta semana accedí a jugar con el destino es porque sé que no podre ganarle y lo sé desde que me empezó a poner tu recuerdo en frente mío cada minuto de esta semana. En esta semana encontré unos escritos sobre lo que eran nuestros fines de semana juntos en la playa, aun no sé con exactitud el porqué de escribirlos, pero tengo dos razones por las que pudo ser. La primera es porque no quiero olvidar nada de lo que vivimos y la segunda es por lo emocionante que era para mí irme sin permiso contigo los fines de semana.

Sábado, 5 de febrero

11:40 am. Llego a tu casa con mi súper bolso reventando. Como es de costumbre abres la puerta sonámbulo y vuelves a la cama. El sol algo tímido esta asomándose por las nubes. Te digo tuuuu, despiertaaaaaa ya vamos!. Tu pides que me eche unos minutos a tu lado, logrando así contagiarme tu flojera, mientras mis ganas de salir se desvanecen, te digo mejor quedémonos, ahora solo por darme la contra dices nooo mejor ya vamos!. Yo ya no quiero ir y empiezo a desempacar en tu cuarto mientras tu alistas tu maleta, yo me rio y mientras tu guardas, yo saco. Tiras mi toalla, yo la tiro la tuya, nos negamos a perder, escuchamos los pasos de tu papá y ordenamos todo rápidamente, nos reímos y de lo que no dudaría es que nos queremos. Poco después estamos saliendo, pasamos por la casa de uno de tus amigos, le compras lo justo y necesario, salimos camino a la carretera, reniegas porque olvidaste el trago que tenías planeado llevar, me rio y te digo que no importa, sigues renegando y te invito mi cremolada de mango que minutos antes me invitaste, mientras reniegas me rio y logro hacerte reír, te beso, me besas y recuerdas que hay pisco en la casa, te digo que no tomare pisco, dices que lo hare y lo dejamos al azar. El largo camino empieza, pones la música que te gusta y a mí me da sueño, paramos a comprar hielo y me preguntas si quiero algo te digo que no y cuando estas de regreso al carro te digo -quiero un friorico black. Me miras con tu cara de porque no me lo dijiste antes, no me dices nada y regresas por mi helado. Mientras te espero voy armando un wiro, de nuevo en la carretera y descubro que mi primer wiro es ultra delgado, me odias, reniegas, me rio, te ríes que nos queda. Luego volvemos a parar en pan con queso, compramos lo que queremos, voy armando otro, en el camino de regreso a la carretera me doy cuenta que mi segundo wiro es extrañamente una mierda y debes arreglarlo, mientras lo arreglas me pones de conductora, tu carro es mecánico y fuerte, sabes que moriremos y dejas mi wiro tal y como es con sus defectos, me odias y me quieres, es lo mismo que yo siento. Para cuando llegamos empieza una buena canción, nos besamos dentro del carro, lalala, pasa un señor y lo cambia todo. Entramos a la casa, desempacamos, la ordenamos para nosotros. Después de instalarnos, preparas pisco con cifrut, empiezo a comerme las galletas de chocolate a gran velocidad (risas), me detienes diciendo que no me las termine, en vista de que no tengo intenciones de hacerte caso las escondes, y es que no las comía por hambre sino porque soy adicta al chocolate. Ponemos el colchón en el balcón, música instrumental, un wiro y vemos el sunset, te quiero. Mientras anochece, mi hambre supera al tuyo, cocinaras para mí, yo me enganche en armar wiros de verdad y me la paso pelando weed. Preparas fideos con jamón y queso, te digo que solo como fideos en salsa blanca, aunque no sepas como lo hiciste y mucho menos yo, logras servirme fideos en salsa blanca sin los ingredientes. Simplemente te amé. Terminamos de comer, jugamos uno, tomamos más, se va la luz, ya no tenemos música. Salimos al balcón, nos echamos en el colchón, escuchamos el sonido del mar, la luna nos espía, hiciste de un simple sábado para cualquiera el mejor sábado para mí. Por la noche los sancudos me comen viva, te ríes, dormimos adentro, despertamos en el balcón, fui literalmente un banquete para los sancudos, te ríes, tomamos desayuno, jugamos, fumamos, nos amamos, ordenamos y regresamos a Lima. En casa pedimos KFC, te sigo retando a jugar uno y es hora de regresar a mi casa. Gracias por ese estupendo fin de semana juntos, no lo olvidaría así me de alzheimer, porque lo tendré registrado aquí.

A veces siento que no podre estar con nadie así nunca más, se me hace sumamente difícil ser yo misma con alguien nuevo, contigo podía hablar, reír, fumar, llorar, cantar, caminar, saltar, volar, contigo fui feliz. Tengo en mi mente ese instante que cantantes quien te quiere como yo. Quizás muchos piensen que me estoy aferrando a ti, no creo que sea cierto, porque aunque no pueda ser yo misma con nadie más, no te buscare, ni te llamare, no lo haría nunca más y no porque no te quiera, ni te extrañe, porque de hecho eso lo hago más que nunca, solo que yo siento que ya hice lo que tenía que hacer contigo. Yo sé que no soy la mujer perfecta, de hecho soy todo lo contrario soy sumamente jodida, nadie me aguantara, quizás me quede sola de por vida por mi forma de ser, pero estoy segura que te demostré y te dije todo lo que quería contigo si no respondes a eso no podría hacer nada más.

Te escribiste en mi pasado, viviste mi presente y yo no sé mañana.

No hay comentarios: